Tu, tot, tothom*
A pesar de que han ido pasando los meses, todavía colea, y el impacto no se puede mesurar completamente: venimos de un proceso colectivo que, sin duda, los libros de historia dirán que marcó la primera mitad de siglo. Durante semanas, toda una serie de situaciones fueron minando nuestro propio concepto del yo. Si la anterior apertura propia se basaba en la búsqueda de reconocimiento y aceptación social, este proceso (de tan personalista, colectivo) nos ha encaminado a la alteración del sistema de valores. Grandes expresiones grandilocuentes (la gran renuncia laboral, salud mental, conciliación) han pasado a formar parte de nuestra conversación diaria, ayudando a dar forma a esta recentralización, consciente, del ego. Pero repensar el mundo desde tu propia función y objetivos también ha puesto en tela de juicio como nos presentamos, confrontamos y relacionamos con el otro.
La búsqueda de identidades y posicionamiento, y este convivir entre nuevos yo, si bien ha dado a situaciones de ansiedad y soledad, también ha abierto la puerta a nuevas formas de curas y a una empatía más amplía hacia la otra. La evolución en la disolución del género binario estándar, las nuevas formas de familia (ya no tan nuevas), las maneras más líquidas de relacionarse y todas las otras realidades, están mutando varios estándares, reubicándolos, y variando el que la sociedad considera como normativo.
Terminologías casi técnicas que ahora son denominaciones compartidas, y que visibilizan una realidad preexistente (ahora reconocida).
Y en este contexto, toda una nueva generación de creadores, crecidos con nuevas perspectivas, han resuelto mostrar historias que presentan las múltiples formas de querer, de relacionarse, de ser yo y ser colectivo a la vez. Asumiendo su posición de altavoz dentro de una sociedad libre, ilustran que la norma evoluciona, a veces empujando hacia delante, quizás narrando sin tapujos realidades propias, a veces visibilizando el otro, o simplemente, mostrando nuevas maneras de enfrentarse a situaciones que siempre han estado allá.
*título de una pieza de la poeta Joana Brabo
