Una pareja de mediana edad conversa, aparentemente tranquilos, a la entrada de un restaurante. Se debe celebrar un banquete de boda, llega la hora, pero…no saben si van a aparecer los novios. Ciertas decisiones se deben tomar con calma ¿Recibimos a los invitados? ¿Debe empezar a tocar la banda? ¿Servimos la bebida? Eso sí, un chupito de vodka no estaría mal… Las reacciones se suceden y cada miembro de la familia quiere saber qué está pasando (¿Otro vodka?), las sonrisas iniciales se van torciendo y no sabemos cómo va a acabar esto.
Todo ello seguido por una sutil cámara que acompaña, sigue y re-interpreta a los personajes principales mientras ‘resuelven’ la situación, en un espectacular plano secuencia que aprovecha para mostrar que los invitados van a lo suyo mientras el desmadre se va haciendo más evidente. Un único y magistral plano secuencia que da vuelo a un film que más allá del tono sarcástico cuestiona elementos clásicos de la familia (estatus, orígenes, relaciones), y de la institución del matrimonio y la celebración social. Porque al fin y al cabo, el novio y la novia es lo que menos hace falta en la fiesta de una boda. Y si todo ello lo regamos con vodka, preparémonos para lo que puede venir.
Una comedia que compite en mala baba con “Silent Night” y que puede ser una de las sorpresas inesperadas de este XXI REC. ¿Otro chupito?
Premio del Público en el Festival de Vancouver
Estreno en España