Just Don’t Think I’ll Scream

Enero de 2016. La historia de amor que me trajo a este pueblo de Alsacia se terminó hace seis meses. Tengo 45 años, vivo solo, no tengo coche ni trabajo, y aunque vivo rodeado de una impresionante naturaleza la sensación de ansiedad que padezco no desaparece. Francia sigue en shock después de ser víctima de una serie de atentados terroristas. En este estado, el autor se dedica a ver unas 4 ó 5 películas al día, y decide hacer una película a modo de diario. Tan sólo con fragmentos de las películas que ha visto. Esto nos dice el autor al inicio de una película que presenta un método de trabajo único, de una fuerza arrebatadora e hipnótica. Y mediante su propia voz nos va narrando sus últimas aventuras, palabras que navegan en una miríada de imágenes filmadas por otros. Una película que resiste clasificación en géneros o estilos. Su potencia estética se sustenta en los contrastes y relaciones: entre imagen y sonido, tiempo histórico y contexto, entre lo que unos ve, recuerda e imagina. Un film (de films) único e irrepetible: un exorcismo, una meditación, un diario de seis meses de soledad con esperanza al final del túnel. Porque si hay cine, siempre hay esperanza.

ESTRENO EN CATALUÑA